Una de las partes imprescindibles en cualquier rutina de ejercicio físico es el descanso. Nuestro cuerpo necesita dar al botón de off para poder recargarse de energía. En este sentido, encontramos varios tipos de descanso: por un lado, el reposo total y, por el otro, el llamado descanso activo. En este artículo queremos contarte en qué consiste este último.
Qué es el descanso activo
El descanso activo da nombre al tipo de descanso en el que se lleva a cabo ejercicio, pero realizando esfuerzos mínimos. Es decir que si el deportista lleva un nivel de entrenamiento exigente (los 7 días de la semana), este reservará alguna(s) jornada(s) para llevar adelante actividades menos intensas de lo habitual.
Es el caso de realizar hipopresivos, yoga o, simplemente, ir a andar.
En otras palabras: el deportista lleva a cabo un descanso de su rutina de ejercicio, pero sigue entrenando. Y es que está demostrado que este tipo de descanso ofrece múltiples beneficios para el cuerpo. A continuación, ahondamos en ellos.
Beneficios de la recuperación activa
Entonces, ¿por qué llevar adelante un descanso activo o recuperación? ¿Cuáles son sus beneficios hacia los deportistas?
- Recuperación más rápida: Al propiciar un mejor flujo sanguíneo y absorción de los nutrientes, el cuerpo tarda menos en recuperarse de los microdesgarros musculares tras el ejercicio. Asimismo, se continúan quemando calorías y, por tanto, tonificando el cuerpo y perdiendo peso.
- Reducción del estrés: Uno de los días de entrenamiento debería estar destinado a una sesión de relajación activa. Por ejemplo, si eres un opositor al CNP, puedes destinar la mañana de tu domingo a realizar una sesión de yoga matinal. ¡Te irá genial para tu bienestar emocional!
- Prevención de lesiones: Entrenar toda la semana y a un nivel alto propicia la aparición de lesiones. Con el descanso activo, conseguimos justamente lo contrario. Evitamos sobrecargas en músculos y huesos.
- Aliviar molestias en los músculos: ¿Sabías que el descanso activo también sirve para disminuir las molestias musculares? Sí, ese ‘dolor’ que se experimenta tras practicar ejercicio. Pues bien, con el descanso activo el flujo sanguíneo circula al mismo ritmo, permitiendo el desarrollo de la musculatura pero con menos dolor.
- Diversión: Pasarlo bien, estar a gusto con tu sesión de entrenamiento personal en Zaragoza es la premisa fundamental para querer vivir el proceso. Y el descanso activo propicia este estado de ánimo.
12 ejemplos de descanso activo
Existen multitud de formas de descansar activamente. Vamos a ver algunos ejemplos clave de descanso activo. ¡Cómo ves, en la variedad está el gusto!
- Pilates: El pilates es una actividad de movilidad, donde podrás estirar los músculos y trabajar también las respiraciones y la concentración.
- Yoga: El yoga, además de estirar la musculatura, te ayudará a relajarte. En yoga se trabaja además mucho la respiración.
- Pedaleo en bicicleta: Un pedaleo suave. Únicamente para ayudar a desestresar las piernas, sin apenas esfuerzo.
- Caminar: Un ejercicio de bajo impacto, que nos permite salir de casa y realizar ejercicio físico a su vez. ¿Un plan de domingo? Salir a pasear por la ciudad o ir al parque con tu mascota.
- Tai Chi: El Tai Chi es una actividad que permite conectar el cuerpo con la mente. Además de trabajar respiraciones, permite meditar.
- Pesas: En este aspecto, nos referimos a levantar peso; pero mucho menos kilos de lo establecido en el entrenamiento.
- Nadar: La natación es un ejercicio muy aconsejable, ya que prácticamente trabajas todos los músculos. Una sesión de descanso activo en verano puede significar un día en la playa, y aprovechar a hacer snorkel o simplemente nadar en el mar.
- Masoterapia: Son técnicas de masaje, que favorecen la circulación sanguínea, entre otros.
- Estiramientos: Si el estiramiento es elemental antes de realizar ejercicio, también puede ser un aliado para tu descanso activo. Estirar no solo ayuda a incrementar el flujo sanguíneo en tus músculos, sino también sirve para mover las articulaciones.
- Hipopresivos: Esta metodología permite combinar la respiración con ejercicios de abdominales.
- Hidroterapia: Desde baños de hielo, hasta disfrutar de un hammam y realizar contrastes de agua fría y caliente.
- Excursiones: ¿El domingo es tu día libre? Aprovéchalo para irte de escapada a la naturaleza. Hacer senderismo y disfrutar de la actividad, y sin esforzar demasiado.
Asimismo, recuerda que para un descanso activo completo es necesario también cuidar tu alimentación. Comer alimentos de verdad y con un alto nivel en hidratos de carbono complejos, proteínas y antioxidantes. Y, por supuesto, bebe siempre mucha agua. Recuerda que mens sana in corpore sano.
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